domingo, 18 de febrero de 2018

CATULO: POEMAS 1 AL 10

CARMEN I 
AD Cornelium Nepote 

Cui dono lepidum novum libellum
arida modo pumice expolitum?
Corneli, tibi: namque tu solebas
meas esse aliquid putare nugas.
Iam tum, cum ausus es unus Italorum
omne aevum tribus explicare cartis . . .
Doctis, Iuppiter, et laboriosis!
Quare habe tibi quidquid hoc libelli—
qualecumque, quod, o patrona virgo,
plus uno maneat perenne saeclo! 
1 Traducción:
¿A quién dono este agradable, nuevo librito
con árida pómez recién pulido?
Cornelio, a ti, pues tú solías
creer que son algo mis tonterías,
ya entonces cuando osaste, único de los ítalos,
el tiempo explicar en tres pliegos,
doctos, Júpiter, y laboriosos.
Por ello ten para ti este librito, sea cual sea
y como sea; el cual, patrona Virgen,
más dure, perenne, de un siglo.
CARMEN II 
Fletus passeris Lesbiae
Passer, deliciae meae puellae,
quicum ludere, quem in sinu tenere,
cui primum digitum dare appetenti
et acris solet incitare morsus,
cum desiderio meo nitenti
carum nescio quid lubet iocari
et solaciolum sui doloris,
credo ut tum gravis acquiescat ardor:
tecum ludere sicut ipsa possem
et tristis animi levare curas! 
IIb
Tam gratum est mihi quam ferunt puellae
pernici aureolum fuisse malum,
quod zonam soluit diu ligatam.
2 Traducción:
Pajarito, delicias de mi niña,
con el que jugar, que en el seno tener,
al que la yema del dedo dar, que la apetece,
y suele incitar a acres mordiscos,
cuando por la nostalgia mía esforzada,
a un amado no sé qué gusta de jugar,
y consuelito de su dolor,
creo que para que entonces su grave ardor se aquiete:
contigo jugar, como tú misma, pudiera yo,
y los tristes cuidados de mi ánimo aliviar.
2b Traducción:
Tan grato es para mí como cuentan que para la niña
esforzada su dorada manzana fue,
la que su ceñidor soltó, largo tiempo atado.

CARMEN III 
Luctus de morte passeris Lesbiae 
Lugete, o Veneres Cupidinesque,
et quantum est hominum venustiorum:
passer mortuus est meae puellae,
passer, deliciae meae puellae,
quem plus illa oculis suis amabat.
nam mellitus erat suamque norat
ipsam tam bene quam puella matrem,
nec sese a gremio illius movebat,
sed circumsiliens modo huc modo illuc
ad solam dominam usque pipiabat.
qui nunc it per iter tenebricosum
illuc, unde negant redire quemquam.
at vobis male sit, malae tenebrae
Orci, quae omnia bella devoratis:
tam bellum mihi passerem abstulistis
o factum male! o miselle passer!
tua nunc opera meae puellae
flendo turgiduli rubent ocelli.
3 Traducción:
Plañid, oh las Venus y los Deseos,
y cuanto hay de personas más seductoras:
el pajarito muerto se ha, de mi chica,
el pajarito, delicias de mi chica,
al que más ella que a los ojos suyos amaba,
pues meloso era y a la suya conocía
misma tan bien como la chica a su madre
y no él del regazo de ella se movía
sino alrededor saltando, ora acá, ora allá,
a su sola dueña sin cesar pipiaba:
el que ahora camina por un camino tenebregoso
allá, de donde niegan que vuelva nadie.
Mas a vosotros mal haya, malas tinieblas
del Orco, que todas las cosas bonitas devoráis:
tan bonito pajarito a mí me quitasteis,
oh, hecho mal, oh, pobrecito pajarito:
por tu obra ahora los de mi chica,
de llorar, hinchaditos rojecen, sus ojillos.
CARMEN IV
De phasello
Phaselus ille, quem videtis, hospites,
ait fuisse navium celerrimus,
neque ullius natantis impetum trabis
nequisse praeterire, sive palmulis
opus foret volare sive linteo.
et hoc negat minacis Hadriatici
negare litus insulasve Cycladas
Rhodumque nobilem horridamque Thraciam
Propontida trucemve Ponticum sinum,
ubi iste post phaselus antea fuit
comata silva; nam Cytorio in iugo
loquente saepe sibilum edidit coma.
Amastri Pontica et Cytore buxifer,
tibi haec fuisse et esse cognitissima
ait phaselus: ultima ex origine
tuo stetisse dicit in cacumine,
tuo imbuisse palmulas in aequore,
et inde tot per impotentia freta
erum tulisse, laeva sive dextera
vocaret aura, sive utrumque Iuppiter
simul secundus incidisset in pedem;
neque ulla vota litoralibus deis
sibi esse facta, cum veniret a mari
novissimo hunc ad usque limpidum lacum.
sed haec prius fuere: nunc recondita
senet quiete seque dedicat tibi,
gemelle Castor et gemelle Castoris.
4 Traducción:
La goleta aquella que veis, huéspedes,
dice que fue de las naves la más rápida
y que, de ningún nadador madero el ímpetu,
no podía preterirla, tanto si con palas
menester fuera volar, o si con lienzo.
Y esto niega que el litoral niegue
del amenazador Adriático, o las islas Cíclades
y Rodas la noble, y la hórrida tracia
Propóntide, o el bravo póntico Golfo,
donde ésta, después goleta, antes fue
peinada espesura, pues en la citoria cima
con su habladora melena a menudo su silbido emitió.
Oh, Amastris póntica, y Citoro de los bojedales,
para ti esto fue y es conocidísimo,
dice la goleta: desde su último origen
que estuvo, dice, en la cumbre tuya,
que imbuyó sus palas en la superficie tuya,
y que de ahí, a través de tantos impotentes estrechos,
a su amo llevó, izquierda o derecha
llamara el aura, o si Júpiter a la vez,
favorable, incidiera sobre uno y otro pie,
y que ningunos votos a los litorales dioses
por ella fueron hechos, aunque llegara desde un mar
novísimo a este hasta el fin límpido lago.
Pero estas cosas anteriormente fueron: ahora en recóndita
quietud vejece y, ella, se dedica a ti,

gemelo Cástor y gemelo de Cástor.


CARMEN V
Ad Lesbiam
Vivamus mea Lesbia, atque amemus,
rumoresque senum severiorum
omnes unius aestimemus assis!
soles occidere et redire possunt:
nobis cum semel occidit brevis lux,
nox est perpetua una dormienda.
da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera, dein secunda centum,
deinde usque altera mille, deinde centum.
dein, cum milia multa fecerimus,
conturbabimus illa, ne sciamus,
aut ne quis malus invidere possit,
cum tantum sciat esse basiorum.
5 Traducción:
Vivamos, mi Lesbia, y amemos,
y los rumores de los viejos más severos
todos en un as estimemos.
Los soles morir y volver pueden:
a nosotros, cuando una vez se nos muere nuestra breve luz,
noche hay perpetua, una, para dormirla.
Dame besos mil, después ciento,
después mil otros, después un segundo ciento,
después sin cesar otros mil, después ciento,
después, cuando miles muchos hiciéramos,
los conturbaremos, para que no sepamos,
o para que ningún malvado envidiarlos pueda
cuando tantos sepa que son, de besos.
CARMEN VI
Ad Flavium
Flavi, delicias tuas Catullo,
ni sint illepidae atque inelegantes,
velles dicere nec tacere posses.
verum nescio quid febriculosi
scorti diligis: hoc pudet fateri.
nam te non viduas iacere noctes
nequiquam tacitum cubile clamat
sertis ac Syrio fragrans olivo,
pulvinusque peraeque et hic et ille
attritus, tremulique quassa lecti
argutatio inambulatioque.
nam inista prevalet nihil tacere.
cur? non tam latera ecfututa pandas,
ni tu quid facias ineptiarum.
quare, quidquid habes boni malique,
dic nobis. volo te ac tuos amores
ad caelum lepido vocare versu.
6 Traducción:
Flavio, las delicias tuyas a Catulo,
si no es que sean desagradables e inelegantes,
querrías decir y callarlas no podrías.
Pero no sé a qué suerte de febriculosa
ramera aprecias: esto te avergüenza confesar.
Pues que tú no viudas yaces las noches,
para nada callado, tu lecho lo clama,
de guirnaldas y sirio olivo fragante,
y el almohadón, y las bolsas, y este y aquel
hundido, y de tu trémulo lecho la agitada
argumentación y su circunvolución.
Pues de nada persistir sirve, de nada callar.
¿Por qué? No tan jodidos tus lomos abres
si tú no haces alguna tontería.
Por lo cual, lo que tengas de bueno o malo,
dinos a nos: quiero a ti y a tus amores
al cielo llamar con agradable verso.
CARMEN VII
Ad Lesbiam
Quaeris, quot mihi basiationes
tuae, Lesbia, sint satis superque.
quam magnus numerus Libyssae harenae
lasarpiciferis iacet Cyrenis
oraclum Iovis inter aestuosi
et Batti veteris sacrum sepulcrum;
aut quam sidera multa, cum tacet nox,
furtivos hominum vident amores:
tam te basia multa basiare
vesano satis et super Catullo est,
quae nec pernumerare curiosi
possint nec mala fascinare lingua.
7 Traducción:
Preguntas cuántos a mí besares
tuyos, Lesbia, sean bastantes y de sobra.
Cuan grande el número de las libisas arenas
en la laserpiciosa Cirene yace,
entre el oráculo de Júpiter flagrante
y el sagrado sepulcro de Bato el antiguo,
o cuantas estrellas muchas, cuando calla la noche,
los furtivos amores de los hombres ven:
tantos besos muchos, que tú beses,
para el vesano Catulo bastante y de sobra es,
los que ni percontar los curiosos
puedan, ni fascinarlos con malvada lengua.
CARMEN VIII
Ad se ipsum
Miser Catulle, desinas ineptire,
et quod vides perisse perditum ducas.
fulsere quondam candidi tibi soles,
cum ventitabas quo puella ducebat
amata nobis quantum amabitur nulla.
ibi illa multa cum iocosa fiebant,
quae tu volebas nec puella nolebat,
fulsere vere candidi tibi soles.
nunc iam illa non vult: tu quoque impotens noli,
nec quae fugit sectare, nec miser vive,
sed obstinata mente perfer, obdura.
vale puella, iam Catullus obdurat,
nec te requiret nec rogabit invitam.
at tu dolebis, cum rogaberis nulla.
scelesta, vae te, quae tibi manet vita?
quis nunc te adibit? cui videberis bella?
quem nunc amabis? cuius esse diceris?
quem basiabis? cui labella mordebis?
at tu, Catulle, destinatus obdura.
8 Traducción:
Pobre Catulo, que dejes de hacer lo indebido,
y lo que ves pasado perdido lo digas.
Fulgieron un día cándidos para ti los soles,
cuando acudías adonde tu niña decía,
amada para nos cuanto amada será ninguna.
Allí, cuando aquellas muchas cosas divertidas se hacían,
que tú querías, y tu chica de querer no dejaba,
fulgieron verdaderamente cándidos para ti los soles.
Ahora ya ella no quiere: tú también, impotente, no quiere,
ni lo que huye sigue, ni triste vive,
sino con obstinada mente soporta, resite.
Salud, niña; ya Catulo resiste,
y no te requerirá ni rogará, involuntaria.
Mas tú te dolerás cuando ninguna seas rogada.
Impía, ay de ti, qué vida a ti te espera,
quién ahora a ti se acercará, a quién parecerás bonita,
a quién ahora amarás, de quién que eres se dirá,
a quién besarás, a quién los labios morderás.
Mas tú, Catulo, decidido, resiste.
CARMEN IX
Ad Veranium
Verani, omnibus e meis amicis
antistans mihi milibus trecentis,
venistine domum ad tuos penates
fratresque unanimos anumque matrem?
venisti. o mihi nuntii beati!
visam te incolumem audiamque Hiberum
narrantem loca, facta nationes,
ut mos est tuus, applicansque collum
iucundum os oculosque suaviabor.
o quantum est hominum beatiorum,
quid me laetius est beatiusve?
9 Traducción:
Veranio, de todos mis amigos
antepuesto para mí a miles trescientos,
¿has venido a casa, a tus penates
y hermanos unánimes y vieja madre?
Has venido, oh para mí nuncios dichosos.
Te veré a ti, incólume, y te oiré de los iberos
narrando los lugares, hechos, naciones,
como la costumbre es tuya, y plegándome a tu cuello
agradable, tu boca y ojos suavemente besaré.
Oh, cuántos hay hombres más dichosos,
qué, que yo, más alegre o dichoso.
CARMEN X
Ad Varum
Varus me meus ad suos amores
visum duxerat e foro otiosum,
scortillum, ut mihi tum repente visum est,
non sane illepidum neque invenustum,
huc ut venimus, incidere nobis
sermones varii, in quibus, quid esset
iam Bithynia, quo modo se haberet,
et quonam mihi profuisset aere.
respondi id quod erat, nihil neque ipsis
nec praetoribus esse nec cohorti,
cur quisquam caput unctius referret,
praesertim quibus esset irrumator
praetor, nec faceret pili cohortem.
'at certe tamen,' inquiunt 'quod illic
natum dicitur esse, comparasti
ad lecticam homines.' ego, ut puellae
unum me facerem beatiorem,
'non' inquam 'mihi tam fuit maligne
ut, provincia quod mala incidisset,
non possem octo homines parare rectos.'
at mi nullus erat nec hic neque illic
fractum qui veteris pedem grabati
in collo sibi collocare posset.
hic illa, ut decuit cinaediorem,
'quaeso' inquit 'mihi, mi Catulle, paulum
istos commoda: nam volo ad Serapim
deferri.' 'mane' inquii puellae,
'istud quod modo dixeram me habere,
fugit me ratio: meus sodalis—
Cinna est Gaius—is sibi paravit.
verum, utrum illius an mei, quid ad me?
utor tam bene quam mihi pararim.
sed tu insulsa male et molesta vivis,
per quam non licet esse neglegentem.'
10 Traducción:
El Varo a mí, mío, a sus amores,
al verme ocioso, me llevó, desde el Foro:
una ramerilla, como a mí entonces de repente me pareció,
no en verdad desagradable ni desagraciada.
Allí cuando llegamos, recayeron a nosotros
discursos varios entre los cuales qué fuera
ya Bitinia, en qué medida se tenía,
y si en algo a mí me benefició de bronce.
Respondí lo que era, que nada ni para nos mismo
ni para los pretores había, ni la cohorte,
por que alguien la cabeza más ungida trajera,
especialmente los que tuvieran un mamado
de pretor y al que no le importara un bledo la cohorte.
“Mas, de cierto que, aun así”, dicen, “lo que allí
natural se dice que es, te agenciaste,
para la litera unos hombres.” Yo, para ante la chica
uno hacerme más afortunado,
“No”, digo, “a mí tan malamente me fue
que, una provincia porque mala me cayera,
no pudiera ocho hombres aparejarme rectos.”
Mas yo ninguno tenía ni aquí ni allí
que un roto pie de mi viejo diván
en el cuello colocarse pudiera.
Aquí ella, como digno era del más sodomita:
“Te lo suplico”, dice, “a mí, mi Catulo, un poco
éstos me presta, pues quiero a Serapis
hacerme llevar.” “Espera”, dije a la chica,
“esto que ora había dicho que yo tenía,
me huyó a mí la razón, mi amigo
Cina es, Gayo: él se los aparejó.
En verdad, si de él o míos, ¿qué a mí?
Los uso tan bien como si a mí yo me los aparejara.
Pero tú, insulsa, mal y molesta vives,

por la cual no se puede ser distraído.”